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El dominio del inglés sigue siendo una asignatura pendiente en España. Un mapa elaborado por el lingüista Jakub Marian revela los porcentajes de personas capaces de mantener una conversación en inglés en países europeos. Lamentablemente, España ocupa el penúltimo lugar de la Unión Europea, con solo un 22% de habitantes que afirman tener un manejo fluido del idioma, superando únicamente a Hungría.

El idioma global y el desafío español

El inglés es el idioma universal por excelencia: se utiliza para acceder a contenido internacional, hacer negocios y comunicarse en situaciones donde no existe otra lengua común. Por eso resulta sorprendente que España, con ciudades cosmopolitas como Barcelona y Madrid, registre un nivel de inglés tan bajo. A esto se suma su cercanía e intercambio con países de habla inglesa, además del constante flujo de turistas y jubilados angloparlantes en la península.

A pesar de que los españoles dedican un promedio de 10 años al estudio del inglés, una gran parte de la población reconoce no hablarlo en absoluto. Esta realidad se refleja en los datos del “Eurobarómetro Especial 386”, junto con cifras de Croacia extraídas del “Eurobarómetro 243”.

Un amor inquebrantable por el español

El idioma también juega un papel crucial en esta situación. De acuerdo con el Instituto Cervantes, el español es la tercera lengua más influyente del mundo, con 591 millones de hablantes. Según el portal BrainLang, “cuanto más fuerte es una lengua, peores hablantes de segunda lengua son sus nativos”.

Este vínculo con el español es tan profundo que incluso los anglicismos se adaptan fonéticamente al idioma. Términos como “iceberg”, por ejemplo, se pronuncian “izebérg” en muchas regiones españolas, mientras que en América Latina predomina la pronunciación más cercana al inglés: “áisberg”.

Comparativa del nivel de inglés en la UE

El contraste es evidente si observamos los porcentajes de población que hablan inglés en otros países de la Unión Europea:

  • Irlanda y Reino Unido: 97%
  • Países Bajos: 90%
  • Malta: 89%
  • Suecia y Dinamarca: 86%
  • Chipre y Austria: 73%
  • España: 22%
  • Hungría: 20%

A pesar de estos resultados, España tiene el potencial para mejorar. La globalización y la creciente necesidad de manejar el inglés podrían ser el impulso que finalmente cierre esta brecha idiomática.

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